Mislata enseña a los padres a combatir la violencia de género entre adolescentes

La violencia contra las mujeres es una de las peores lacras de nuestra sociedad. Para combatirla, es fundamental actuar de manera inmediata cuando se produce una agresión, así como ayudar y asesorar a las víctimas poniendo a su disposición todos los recursos disponibles. Pero para combatirla de forma integral, resulta tan importante o más formar y sensibilizar a la ciudadanía, para que no tolere ningún tipo de agresión ni actitud machista hacia las mujeres, especialmente en edades tempranas.

 

En la Casa de la Dona de Mislata se organizan durante todo el año numerosas actividades de concienciación. La última de ellas ha sido un taller para madres y padres, organizado conjuntamente por la Generalitat y el Ayuntamiento de Mislata, para prevenir la violencia de género en las relaciones de pareja entre adolescentes. En la charla, además, se ofrecían herramientas para detectar ciertos comportamientos machistas y actuar desde el ámbito familiar.

 

La concejala de Educación, Ana Mª Julián, y la de Mujer y Políticas de Igualdad, Carmen Lapeña, fueron las encargadas de presentar la actividad y a la ponente de la misma, Cristina Amela, una psicóloga especializada en violencia de género, que está llevando a cabo una campaña que lleva por nombre: “No me controles el Whatsapp”.

 

Al taller asistieron principalmente madres, aunque también hijas, y todas ellas pudieron ver un corto en el que se mostraban distintos tipos de acoso en las relaciones de pareja entre adolescentes. Después vino la charla-taller, que pretendía también que las asistentes hicieran un ejercicio de introspección para detectar si algún comportamiento de los padres en el ámbito familiar puede influir negativamente en el de los hijos.

 

Para erradicar de una vez por todas la violencia de género de nuestra sociedad son fundamentales estas actividades de sensibilización, para concienciar a la ciudadanía de la importancia de promover la igualdad entre hombres y mujeres y, en última instancia, para prevenir cualquier tipo de comportamiento machista, especialmente entre los adolescentes.

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