Mislata, primer municipio de España con certificado de calidad de AENOR de accesibilidad
En los últimos años, todos los proyectos de urbanización que se ejecutan en Mislata, así como cualquier acción puntual que realicen las brigadas municipales, tienen una prioridad común: la accesibilidad. El empeño por hacer de Mislata una ciudad más cómoda y más habitable ha hecho que la accesibilidad sea hoy una de las grandes prioridades del gobierno municipal y uno de los rasgos distintivos de todas sus calles y plazas, adaptadas para personas con movilidad reducida y otras diversidades funcionales.
Esta apuesta municipal le ha servido al Ayuntamiento de Mislata para obtener el «Certificado de Sistema de Gestión de Accesibilidad Universal», el sello de calidad de AENOR en materia de accesibilidad del medio físico, convirtiéndose así en el primer municipio de toda España en conseguirlo. La entrega del reconocimiento se celebró ayer en el centro sociocultural La Fábrica, un acto que al que asistieron representantes de asociaciones vecinales y de colectivos de personas con diversidad funcional, todos ellos representados en la comisión de accesibilidad.
El director de AENOR en la Comunidad Valenciana, Salvador Ibáñez, hizo entrega del sello al alcalde, Carlos Fernández Bielsa, que durante su intervención se mostró orgulloso de que Mislata sea pionera en materia de accesibilidad y aseguró que el certificado «es un éxito colectivo, fruto de muchos años de trabajo, y la constatación de que estamos construyendo una ciudad donde todos y todas nos sentimos a gusto y nos movemos con comodidad y seguridad, independientemente de nuestras capacidades».
El alcalde reiteró su compromiso de seguir haciendo de la accesibilidad urbanística una herramienta de inclusión social y aseguró que el certificado «es una aliciente para seguir trabajando en la misma línea, con la imprescindible participación ciudadana y dando voz a los representantes de las asociaciones que aglutinan a las personas con movilidad reducida en Mislata».
En una ciudad eminentemente urbana, con poco más de dos kilómetros cuadrados y con una alta densidad de población, el diseño urbanístico de los espacios públicos no es una cuestión baladí. Así al menos lo entiende el gobierno municipal, que prioriza la accesibilidad por encima de cualquier otro aspecto a la hora de diseñar las calles y plazas, de elegir los pavimentos, de señalizar el tráfico o de gestionar las plazas de estacionamiento.
El Ayuntamiento de Mislata solicitó hace unos meses a AENOR la certificación de la accesibilidad en el medio físico, es decir, en las calles, plazas y parques de la ciudad, y tras una exhaustiva auditoría ayer se hizo efectiva la buena noticia: el primer sello de calidad sobre esta materia que se concede en todo el país.