Mislata vuelve a abrir en Pascua el comedor escolar y ofrece actividades de ocio a un centenar de niños y niñas
Desde que el pasado jueves comenzaran las vacaciones de Pascua, el colegio El Cid de Mislata sigue abriendo sus puertas cada mañana a cerca de un centenar de niños y niñas de la ciudad. Aunque estudian en colegios distintos, durante estos días comparten el mismo centro y participan juntos en juegos y talleres, tanto en las clases como en el patio, agrupados por edades y supervisados por monitores. En esta edición de Semana Santa, el programa pedagógico de la actividad se ha centrado en las emociones y cada día trabajan una distinta.
Después de pasar la mañana jugando y aprendiendo, llega el momento de reponer fuerzas y entran todos a la vez al comedor. El menú de hoy constaba de ensalada, lentejas (con carne para el menú basal y de verduras para el menú musulmán), tortilla de patatas y, de postre, fruta de temporada. Y antes de irse a casa, todos los niños y niñas recogen una bolsa con la merienda y el desayuno del día siguiente.
La del colegio El Cid podría ser cualquiera de las muchas escuelas de Pascua que se celebran estos días en la mayoría de municipios, aunque es mucho más que eso. Se trata de un programa social del Ayuntamiento de Mislata que ofrece actividades extraescolares y servicio de comedor gratuito a los niños y niñas de las familias más necesitadas de la ciudad.
Como viene haciendo desde hace años en verano, Navidad y Pascua, el gobierno municipal sigue combatiendo la pobreza infantil con una iniciativa que pretende, en palabras del alcalde, Carlos Fernández Bielsa, “cubrir las necesidades nutricionales de toda la infancia de Mislata». Durante el curso, estas familias disfrutan de beca municipal de comedor, por lo que en época de vacaciones el Consistorio les ofrece la posibilidad de seguir garantizando a sus hijos e hijas tres comidas al día.
El comedor de Mislata forma parte de un proyecto más integrador que incluye también actividades de ocio y tiempo libre. El objetivo, explica el concejal responsable, Ximo Moreno, «es evitar el estigma que puede suponer para los niños y niñas ir a un colegio a comer porque en su casa no pueden hacerlo. Para ellos es como participar en cualquier actividad extraescolar”.