El cierre de los cajeros llega a L’Horta

Desde hace años la política de las entidades bancarias está dirigida al cierre paulatino de oficinas. El objetivo es potenciar la banca online. Grandes ciudades como València, Torrent o Paterna han visto como numerosos barrios se quedaban sin oficinas bancarias y los clientes tienen que desplazarse a otras zonas de sus poblaciones para realizar gestiones o sacar dinero en el cajero.

Este problema es mucho más agudo en los municipios del interior de la provincial de Valencia que han vivido el cierre total de las oficinas en sus poblaciones. Ahora esta situación ha llegado también a L’Horta. Barrios alejados de sus cascos urbanos están viviendo el cierre de las pocas entidades bancarias que operaban.

El barrio de Orba de Alfafar, el barrio de la Magdalena en Massamagrell o recientemente el barrio costero de La Pobla de Farnals son algunas de las poblaciones de l’Horta que han vivido el cierre de cajeros.

El último caso ha sido el cierre, durante más de un mes, del único cajero que había en la playa de la Pobla de Farnals. La puerta cerrada y un cartel que informaba: «Fuera de servicio» dejó a más de 20.000 personas, que viven durante el verano en la playa, sin ninguna posibilidad para sacar dinero.

El Ayuntamiento se puso en contacto con la entidad bancaria ofreciendo soluciones y los vecinos se movilizaron para que el cajero estuviera operativo. En una conocida red social de la localidad los vecinos pedían al Ayuntamiento que mediase. El alcalde de La Pobla de Farnals, Enric Palanca, explicó que «en su día el Ayuntamiento ya habló con distintas entidades e incluso puso a disposición un local sito en el complejo Sabas. Los bancos piden además que (el Ayuntamiento) cargue con los gastos derivados del cajero. Dicen que no ganan dinero y que a día de hoy se paga con tarjeta o con el móvil».

Finalmente el cajero de La Pobla de Farnals volvió a abrir hace una semana después de estar más de un mes «fuera de servicio».

Moción
El Partido Popular en la Diputación de València ya alertó de esta situación en febrero del 2016 y presentó una moción en el pleno. Fue consensuada con el resto de grupos para su aprobación. Se aprobó por unanimidad de todos los grupos políticos la realización de un estudio para ver cuáles eran las carencias que se han originado en las diferentes poblaciones por la desaparición de las sucursales.

La moción aprobada decía “el cierre de las entidades financieras tiene un efecto directo negativo sobre la actividad económica del municipio y lo que es más importante, sobre los vecinos, especialmente la población de mayor edad que se ven limitados en el acceso a sus recursos económicos por la dificultad que tienen para desplazarse a otras poblaciones de su entono que si dispongan de sucursales bancarias. Siendo conscientes qué estamos ante un servicio prestado por empresas privadas, debemos considerarlo al mismo tiempo como un servicio de primera necesidad ya que contribuye en positivo al desarrollo local del municipio, garantizando la disposición de recursos económicos, favoreciendo el consumo local tanto de las personas residentes como de aquellas personas que elijan esos municipios como destino turístico”.

Situación
Según ha podido saber El Meridiano, pese a los intentos de la Diputación de Valencia la negociación está actualmente encallada con las entidades bancarias y se están estudiando más alternativas. Por su parte la portavoz popular, Mari Carmen Contelles, explicó que “desde el inicio de legislatura el PP ha insistido en la necesidad de solucionar esta problemática».

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