Piden la demolición de la antigua fábrica de colchones en Quart de Poblet por su «nefasta imagen»
Los visitantes y turistas que vienen a València o regresan a sus lugares de origen a través del aeropuerto de Manises o la autovía de Madrid se topan desde hace años, a un lado de la carretera y a su paso por Quart de Poblet, con una visión propia de un barrio marginal o abandonado, es el edificio ruinoso y saqueado de la antigua fábrica de colchones Flex. Por ello, y recogiendo el sentir de mucha gente, el coordinador de EU de Quart de Poblet, Felipe de la Fuente, ha reclamado a la alcaldesa de esta población que ordene el derribo de la estructura de este edificio, y la consiguiente limpieza de la parcela, dado que constituye una «nefasta imagen de ruina y abandono».
El solicitante explica lo «lamentable y nada dignificante que resulta el hecho de que la primera nave de las que forman la fachada del polígono industrial situado en la vía de servicio de la autovía de Madrid, denominada A-3, se encuentre en un estado ruinoso por su abandono desde hace 15 años por la empresa Colchones Flex, cuando cesó su producción y la cerró».
También detalla que «en el solar se puede ver el esqueleto del edificio y todo aquello que no se han podido llevar los vándalos y vendedores de chatarra, ya que no queda ni el aluminio de los ventanales, sólo las paredes y la tapia llenas de grafitis».
Asimismo, recuerda que «este emplazamiento fue comprado en 2007 por una empresa de explotación y construcción de centros comerciales y de ocio», y que, además, «existía un proyecto para la construcción de un parque comercial y de oficinas».
Finalmente, señala algunos argumentos jurídicos, como los que establece el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) de Quart de Poblet en su artículo 1.7, donde dice que «las construcciones deberán adaptarse al ambiente en el que estén situadas, al paisaje y a los tipos constructivos tradicionales en la zona, de acuerdo con los usos a los que se destinen», así como que «no se permitirá que la situación o dimensión de los edificios, los muros, los cierres, las instalaciones, el depósito permanente de elementos y materiales o las plantaciones vegetales rompan la armonía o desfiguren la visión del paisaje rural o urbano». Y añade que el artículo previo, el 1.6, advierte que «tanto la Administración como los particulares están obligados al cumplimiento de las disposiciones que contiene el PGOU».