Paterna pedirá ser declarado municipio libre de caza por cuestiones de seguridad
Según el informe de Ecologistas en Acción del año 2016, «El impacto de la caza en España», la práctica de la caza pone fin a la vida de más de 25 millones de animales cada año y afecta a más del 80% del territorio. Además, esta práctica comporta una pérdida de biodiversidad al producirse una selección no natural de las piezas cazadas; perjuicios irreparables en la fauna protegida provocados por los accidentes que acaban con la vida de muchos ejemplares y la regresión de especies silvestres producida por la suelta indiscriminada de ejemplares de granja. Además, la caza, según denuncian las asociaciones protectoras de los animales, también suele comportar malas prácticas con los perros que se utilizan (50.000 galgos se abandonan anualmente).
No obstante, para Compromís per Paterna, «el principal problema con la práctica de la caza es que limita los derechos de la mayoría de la ciudadanía con el corte de caminos públicos y la falta de respeto de las normas de seguridad que produce innumerables accidentes (28 muertos anuales)».
A todo esto, hay que sumar los conflictos que genera con las personas que realizan otro tipo de actividades en los bosques, y que hoy en día son mayoria, como por ejemplo, senderismo, cicloturismo, equitación, apicultura, fotografía, educación ambiental, recolección de setas, espárragos y hierbas aromáticas, etc. Unas actividades que según el concejal de Medio ambiente, Carles Martí, «hay que potenciar para conseguir que Paterna se convierta en un referente de este tipo de actividades en el ámbito comarcal. Tenemos un término municipal en el que nos podemos encontrar muchos parajes de alto valor ecológico y que nos pueden generar un tipo de turismo de contacto con la natura que suele estar reñido con la práctica de la caza».
En Paterna, este problema se acentúa, dado que toda la zona, excluyendo los cotos de caza ya autorizados, es una zona antropizada, donde el uso forestal y el humano se comparte habitualmente. Este hecho genera situaciones de peligro para las personas que transitan por el campo, bien por el peligro de armas de fuego o bien por el uso de perros de cacería.
Por eso, la coalición valencianista, atendiendo la ley Valenciana de Caza, solicita que todo el municipio sea declarado zona de seguridad por la cantidad de viales, la proximidad a zonas urbanas o a caminos que acaban dibujando un mapa donde se reduce las zonas de caza a unos pocos espacios, «hecho que nos lleva a pensar que el perjuicio causado a los cazadores con esta declaración de zona de seguridad es mínimo, comparado con la importancia de garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos» ha manifestado Carles Martí.