El Puig reduce el IBI manteniendo las ayudas de servicios sociales, becas y subvenciones
Las vecinas y los vecinos del Puig de Santa María notarán una reducción significativa en sus impuestos municipales durante el ejercicio de 2018 sin que se vean afectados los servicios que el Ayuntamiento presta a la ciudadanía.
El pleno municipal del pasado 5 de diciembre aprobó por mayoría, con los votos de PSPV y Compromís, los presupuestos de 2018 presentados por el Equipo de Gobierno. Son unos presupuestos más austeros que los del año 2017, ya que se prevé una reducción de ingresos y, consecuentemente, también de gastos. La corporación, consciente de que los impuestos aminoran el poder adquisitivo de los ciudadanos, ha decidido apostar por una reducción en aquellos que afectan a todos: el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) y la Tasa de Basura, para los que se prevé una reducción en la recaudación de 335.000 y 20.000 euros respectivamente.
Sin embargo, esta reducción de los ingresos no afectará a los servicios que el Ayuntamiento presta a la ciudadanía. De este modo, se mantiene la dotación de los ejercicios anteriores en ayudas de Servicios Sociales así como todos los programas de ayudas, becas y subvenciones con una consignación acuerdo con la demanda real, y se incrementa la consignación total para otras áreas de incidencia directa en el ciudadano como educación, cultura y empleo.
Desde el Ayuntamiento se señala que ha sido posible mantener los servicios con esta reducción del presupuesto, principalmente, a través de una mejor gestión de la deuda. Los últimos años el consistorio ha realizado amortizaciones anticipadas de la deuda para reducir la carga financiera para los ejercicios futuros y poder destinar más recursos a los servicios que presta al ciudadano y en inversiones en el pueblo. Así, para el ejercicio de 2018 el Equipo de Gobierno ha conseguido reducir la deuda hasta los 3.100.000 euros, una tercera parte de lo que había heredado de la corporación anterior.
Más dinero para inversiones
Otro apartado que sube respecto al ejercicio anterior es el de inversiones, que llegan hasta los 217.300 euros. A esta cifra hay que sumar las subvenciones de Diputación y la Generalitat y el que el Ayuntamiento pueda gastarse del remanente de tesorería. Un dinero que permitirá llevar a cabo obras importantes como la esperada rehabilitación de la montaña de la Patà, la eliminación de barreras arquitectónicas, la mejora de pasos peatonales o el asfaltado y el reacondicionamiento de calles.
Para el Equipo de Gobierno, formado por PSPV y Compromís, «son unos presupuestos realistas que siguen la tendencia de racionalidad económica que nos ha permitido ir reduciendo la deuda sin afectar a los servicios que el Ayuntamiento presta a la ciudadanía, con la novedad que este año el vecindario se verá beneficiado directamente porque tendrá que pagar menos impuestos «.