Quart de Poblet pregunta a los vecinos y vecinas qué datos deberían ser públicos en el municipio
El Espai de Creació Jove de Quart de Poblet acogió ayer la presentación y los primeros pasos de la Iniciativa de Acción Participativa, que la Universidad Politécnica de Valencia y la Red Utópika van a desarrollar en el municipio con el objetivo de que sean los propios ciudadanos y ciudadanas los que determinen qué datos, principalmente generados por el Ayuntamiento, deben ser públicos. El consistorio, que ha colaborado en la organización a través de las concejalías de Gobierno y Participación, interviene en el proceso como un agente más.
La iniciativa persigue hacer realidad uno de los objetivos marcados por la Concejalía de Gobierno Abierto: la apertura de datos u Open Data, no sólo con fines meramente informativos, sino también como herramientas fundamentales para poner en marcha ideas de negocio o de mejora social. De ahí, que los datos deban facilitarse en formatos que permitan su tratamiento.
El proyecto lo dirige el profesor de la UPV Diego Álvarez, cofundador de Analizo.info y miembro de Utópika, que junto a su equipo inició ayer las dinámicas de trabajo, distribuyendo a los participantes (representantes del grupo de asociacionismo del Consejo de Participación Ciudadana y de las entidades ciudadanas locales, vecinos y vecinas y representantes municipales, entre ellos, la concejala de Participación Ciudadana, Consuelo Campos) en grupos.
Durante la primera parte se debatió en torno a una pregunta: ¿Cómo sería el Ayuntamiento si fuera totalmente transparente? En general, coincidieron en que se ganaría en eficacia y los ciudadanos y ciudadanas estarían mejor informados.
En segundo lugar, se abordó la información como herramienta imprescindible. Cada grupo tuvo que establecer en qué se parece a útiles de trabajo que les proporcionaron. De la sesión se extrajo que la información, al igual que un destornillador, es un arma de defensa personal, es poder y permite aflojar y desbloquear la mentalidad de la sociedad y de las personas. Como la rasqueta, limpia y llega al fondo, y como el martillo, sirve para dar un golpe en la mesa, para reclamar. En la lija, los participantes vieron la capacidad de la información de limar asperezas y hacer que la convivencia entre ciudadanía, políticos, asociaciones… sea mejor. Finalmente, de la cinta aislante dijeron que es el elemento a eliminar para ver lo que hay detrás y para que no existan barreras de acceso a los datos.
La próxima sesión se celebrará el 29 de abril y el encargo para quienes se han sumado a este proyecto innovador es divulgarlo y conseguir que otras personas les digan con qué datos debemos contar para poder tomar decisiones.