Recorrido por los cines que marcaron una época en la comarca de l’Horta

Una Horta de cine. Desde la década de los 60/70 l’Horta despuntaba por la gran actividad cinéfila. Y es que, aparte de ser una de las actividades culturales de entretenimiento de la época, casi todos los municipios contaban con uno. Exactamente en los años 60 el cine se convirtió en la forma más popular de entretenimiento y de expresión artística y crítica social.

El trasiego de vecinos paseando entre un municipio y otro era importante. Tanto o más como el que existía para ver las fiestas populares en verano y ver los varietés.

Los fines de semana eran los días claves, los domingos sobre todo. Y eso sí, había que pedir permiso en casa según la cartelera y según si se iba o no con pareja. Las funciones se podían ver desde los jueves a domingos y con previo aviso se anunciaba que era apta para mayores (“Rigurosamente autorizado mayores” rezaban los carteles).

En Meliana estaba el cine Bombilla y estaba ubicado en la misma plaza del Pou, en Foios también existía uno en plena Alameda (hoy por hoy alberga dos casas unifamiliares) y que también fue zona de baile para los vecinos.

En esta calle estaba ubicado el cine de Foios

La actividad era poca, cine y baile, pero multitudinaria. Los vecinos de Albalat dels Sorells, Foios, y Meliana asistían a los cines andando y festejando las mejores películas de cartelera. El cine Bombilla era de los más conocidos de Horta Nord aunque los municipios colindantes tenían bien más grandes o más pequeños.

Cartelera

El ejemplo claro de municipio con muchos cines fue Alboraia: existió el cine Montecarlo (situado en los bajos de la Sociedad Musical y que posteriormente fue un bingo). También estaba el cine Monterrey (ubicado entonces en lo que hoy es el teatro Agrícola), el cine Alborada (entrada del colegio Jose Lluch), cine del hogar parroquial (ahora centro parroquial) o el cine Lumier (en pleno polígono y cerca del mar) que aún se pueden observar sus nostálgicos letreros.

También Moncada, Museros y La Pobla de Farnals entre otros muchos municipios de l’Horta Nord contaron con estas salas. En l’Horta Sud habían cines más grandes, adecuados a sus habitantes, destacan por ejemplo: Torrent, Quart de Poblet o Aldaia. También Paterna en l’Horta Nord destacó por sus edificios de cine y su amplia cartelera.

Los cines Guillem de Paterna donde han aparecido restos de la época romana

Los cines eran punto de cultura, pero también puntos de encuentro donde las pandillas de amigos asistían a él con la misma ilusión que se asiste hoy a una fiesta de ‘instagramers’ y se ponían sus mejores galas para ver la mejor película de estreno en la cartelera con los actores del momento: Sami Frey, Madelein Robinson con la película el Juego de la verdad, o A volar joven, con Cantinflas entre muchas otras.

L’Horta estaba bien entretenida. Ahora es todo diferente y los cines están ubicados dentro de los centros comerciales. Los consistorios luchan por mantener sus casas de la cultura actualizadas en teatro y en algunas ocasiones puntuales cine (un buen ejemplo es Museros que ha sido uno de los que está activo con mucha afluencia con sus estrenos al día). Otros municipios añaden en sus actividades veraniegas cine a la fresca (gratuitos) o en las zonas de playa o parques y plazas. Pero los verdaderos años del cine de oro ya pasaron.

José María Silla Andreu junto a sus compañeros en la sala de proyecciones del cine de Montecarlo en Torrent

Ahora quedan los cines de CCCC, o sin salir de casa con plataformas como Netflix. Son diferentes formas de ver los estrenos sin compartir palomitas y sin butacas compartidas.