Sí a las escuelas taurinas, sí a los niños en los toros: sí a la libertad

Artículo de opinión.

Por Javi González ‘Viza’ (@Javi_Viza)

 

Vivimos en un eterno estado de letargo. No reaccionamos ante la dictadura progre y, poco a poco, nos van comiendo y robando derechos. Y libertad.

En su cruzada contra la tauromaquia, Sumar ha abolido el Premio Nacional de Tauromaquia en un acto arbitrario y contrario al marco legal. Por eso, frente a la imposición ideológica, el Partido Popular ha salido ‘al quite’ desde el senado y ha promovido este galardón junto a nueve comunidades autónomas y la Fundación Toro de Lidia.

Y es que la tauromaquia forma parte del patrimonio histórico y cultural común de todos los españoles, en cuanto actividad enraizada en nuestra historia y en nuestro acervo cultural común, como así lo demuestran las partidas de Alfonso X el Sabio, que ya en el siglo XIII contemplaban y regulaban esta materia.

Pero a la izquierda esto le da igual. Todo lo que suena a ‘español’ y a ‘libertad’ les molesta. Por eso, Sumar, que nació de las cloacas de Podemos, no duda en continuar su hoja de ruta y ahora coloca en el centro de la diana a los niños y pretenden decidir a qué actos culturales pueden acudir y a cuáles no, y qué pueden estudiar y qué no. Como educador infantil, me preocupa que los comunistas se atrevan a ‘fiscalizar’ qué cultura es válida y cuál debe desaparecer, pues eso es un atentado contra la pluralidad y la democracia.

Los aliados de Compromís pretenden, a través de una proposición de ley, prohibir la entrada de menores a los toros y su inscripción en escuelas taurinas, siguiendo “las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño”, dicen. Pero, la realidad es que el informe al que hacen referencia es un comité compuesto por personas que no representan a ningún país y actúan personalmente, según su criterio; en concreto, esta ‘recomendación’ la hacen 17 miembros de países que nada tienen que ver con nuestra cultura, tales como Togo, Zambia, Egipto, Samoa, Japón, Sudáfrica, Bulgaria, Noruega o Etiopía. Personas que desconocen completamente nuestras raíces y cultura y cuya opinión es tan poco matizada, que no se basa en ningún informe. Ni siquiera en la sesión de control a España se aportó algún estudio que sustentase la ‘recomendación’.  Por tanto, no existe en absoluto un sustento científico de ningún tipo para hacer esas afirmaciones.

Pero, lo peor, es la permisividad del presidente del Gobierno. Desde la administración se debe fomentar nuestra cultura, ya no sólo por ética, sino por imperativo legal, tal y como establece la Ley 18/2013, de 12 de noviembre, para la regulación de la tauromaquia como patrimonio cultural.

No podemos permitir que la intolerancia ideológica ponga en duda si se debe permitir que los niños vayan a los toros; es más, tendría que ser recomendable y hasta de asignatura obligatoria en los colegios, pues la tauromaquia es una escuela de valores, es una filosofía de vida, aquí se enseña realmente lo que es el esfuerzo, el mérito, la superación, la capacidad de sacrificio, el respeto y el compañerismo.

Por eso es importante el apoyo a las escuelas taurinas, hay que preservar esta disciplina artística. Son la cantera de una tradición que ha forjado la identidad de muchas regiones españolas y que ha inspirado a grandes figuras del arte, la literatura y la música.

Pero, esto, a la izquierda le da igual, porque lo que molesta no son los toros, sino la libertad. Hay que defender la libertad cultural de España frente a quienes quieren imponer un pensamiento único. Y en esa lucha, la afición taurina no debe rendirse nunca.