Sirenas de Catarroja, un club errante

Tomás Laguarda

El 17 de septiembre de 2011 comenzó la odisea del Club de Salvamento y Socorrismo Sirenas de Catarroja, que cuenta con una vitrina repleta de trofeos por sus éxitos en competiciones, tanto nacionales como internacionales. Esta fecha la tiene marcada a fuego en su memoria el presidente de la entidad, Antonio Solero. Fue cuando apareció un policía local por la piscina cubierta de Catarroja, donde el club entrenaba y tenía su escuela de natación, con un escrito en el que se comunicaba que, ese mismo día, a las 19 horas, se cerraban las instalaciones por orden de la entonces alcaldesa, Soledad Ramón, debido a “problemas de seguridad”. Uno de los problemas más graves de la piscina cubierta catarrojense, la primera que se construyó en toda L’Horta, era la oxidación de la estructura de hierro del edificio, que amenazaba ruina.

Esta circunstancia sobrevenida llevó al Club Sirenas a salir de la población donde nació, pasar varios años en otra de la comarca, en Silla, donde creó otro club hermano y, curiosamente, a vivir hace poco una situación similar a la de Catarroja, verse obligado a irse por causas ajenas a su voluntad y pese a sus méritos, transformándose así en un club errante. Sin embargo, la historia parece haber tenido un final feliz, ya que ha vuelto por fin a su lugar de nacimiento, Catarroja, como el hijo pródigo, el cual, contra viento y marea, ha mantenido su identidad. “El club siempre ha sido de Catarroja”, recalca su presidente.

“Estoy de acuerdo en que había que cerrar entonces la piscina de Catarroja, debido a su mal estado, pero no en la forma en que se hizo. Nos tenían que haber avisado con tiempo”, asegura Solero, quien recuerda que, inmediatamente, se puso a buscar un nuevo emplazamiento para el club..Fue entonces cuando dio con la piscina cubierta de Silla, donde había poca afluencia, hasta el punto de que el Ayuntamiento, que la gestionaba entonces directamente, estaba barajando la posibilidad de su cierre. “Gracias al alcalde de entonces, Serafín Simeón, y al concejal de Deportes, tuvimos una acogida magnífica”, señala el presidente del Sirenas, respecto al convenio que acordaron en octubre de 2011. Así que el Club Sirenas de Catarroja pasó a tener su sede en Silla y, aunque mantenía el nombre, no tardó, sin embargo, en tener que hacer algún cambio.

Creación de otro club y  salida de Silla
Pese a que muchos niños y niñas de Silla se inscribieron en el Club Sirenas, “muchos padres no veían bien que un club de Catarroja utilizara las instalaciones municipales de Silla, por lo que decidimos crear un club allí”, señala Antonio Solero,. Así nació el Club de Salvamento y Natación Silla, hermano del Club Sirenas de Catarroja.

Todo parecía ir bien entonces, dentro del exilio forzado del club, pero no duró mucho. El Ayuntamiento de Silla cedió la explotación de la piscina cubierta a una empresa privada y se respetó el convenio con el club, pero, cuando, hace poco, esta firma deja la instalación y entra otra, “el Ayuntamiento de Silla no especifica que hay un club que está entrenando, no hace valer el convenio y por eso nos han tirado”, afirma Solero.

La salida de Silla del Club Sirenas no ha sido esta vez por problemas en las instalaciones, sino porque la empresa ha exigido, a partir de enero pasado, un pago por el uso de la piscina muy superior al que venía realizando y que la entidad deportiva no puede asumir. Las condiciones “leoninas” para el club son las de ceder el 50% de la cuota que cobra, más IVA, y tener menos posibilidades para entrenar.

Vuelta al ‘hogar’ en Catarroja
Así las cosas, el Sirenas se planteó la vuelta al ‘hogar’, a Catarroja, dado que la piscina cubierta catarrojense fue rehabilitada y funciona de nuevo desde  noviembre de 2014. Aunque el cambio no fue total en principio, ya que el club dejó inicialmente los grupos de competición en Silla y trasladó la escuela de natación a Catarroja “por operatividad”, dado que la piscina catarrojense, tras ser remodelada, no reúne las condiciones requeridas para el entrenamiento de competición. No obstante, el presidente ha señalado que “a pesar de todos los inconvenientes, por necesidad, ahora están todos los grupos de competición en Catarroja”, y ha mostrado su agradecimiento por “la colaboración, tanto del Ayuntamiento de Catarroja como de la unión temporal de empresas (UTE) que gestiona las instalaciones”, para que ello haya sido posible.

En este sentido, resalta que, en cualquier caso, “la diferencia está en que el Ayuntamiento te cubra las espaldas o no, porque nosotros nos dedicamos al deporte”.

El Club tiene todas las plazas cubiertas para su Escuela de Natación y cuenta con numerosos éxitos deportivos incluso a nivel internacional.

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