Tras la limpieza en viviendas, comercios y calles, el siguiente paso es recuperar las instalaciones municipales
Las poblaciones afectadas por la Dana están inmersas en tareas de limpieza. Los primeros esfuerzos se centraron en ayudar a sacar el lodo de las viviendas particulares, comercios, calles, centros escolares y centros de salud. Ahora las tareas se centran en recuperar, en medida de lo posible, los espacios municipales.
No hay que olvidar que la vida paró aquel el 29 de octubre para los miles de vecinos afectados, pero las poblaciones son ricas en actividad cultural, deportiva y social. Volver a dotar de vida a las entidades y a los vecinos en fundamental para devolver algo de normalidad a los municipios.
Tras las inspecciones de los centros escolares y de los edificios de viviendas afectados por la avenida del agua, ahora toca el turno de recomponer centros deportivos, bibliotecas, hogares de jubilados, asociaciones e incluso los cementerios.
Poblaciones como Aldaia o Albal han mostrado como han quedado sus bibliotecas tras la Dana y los esfuerzos por «volver lo antes posible».
Las labores de limpieza también se centran en los polideportivos municipales como en Massanassa, gravemente dañado por la fuerza del agua.
Impactantes imágenes las que llegan de las piscinas municipales con sus vasos ya vacíos tras la limpieza del lodo.
Comercios abiertos
La Dana arrasó con gran parte del comercio local. Un comercio que hacía un papel fundamental e integrador de las poblaciones. Su apertura de forma muy progresiva es anunciada por los Ayuntamientos a través de las redes sociales, informando de las aperturas de los comercios cuando se van produciendo.
Quince días después de la tragedia y con un gran trabajo por delante, las poblaciones luchan por recuperar algo de normalidad.