Un robo de cobre en Picassent deja a un millar de agricultores sin riego
alència, 28 may (EFE).- Un robo de cobre esta madrugada en la comunidad de regantes del sector IV del Canal Júcar-Turia, situada en el término de Picassent, ha dejado a un millar de agricultores sin poder regar, según ha informado la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA).
Según la denuncia interpuesta por la mencionada entidad de riego ante la Guardia Civil, las pérdidas económicas directas ascienden a 30.000 euros, que incluyen la rotura de puertas, vallas perimetrales y los propios equipos eléctricos e instalaciones tecnológicas.
A estas pérdidas, la organización agraria añade como consecuencia negativa que la sustracción deja a un millar de agricultores de la zona sin poder regar ni efectuar la adecuada fertilización en una superficie cercana a las 8.000 hanegadas de cultivo, principalmente cítricos, caquis, kiwis y aguacates, durante los días que se tarde en repararlos equipos desmantelados.
AVA-ASAJA ha alertado además del encarecimiento que están experimentando varias materias primas como el cobre y el hierro en los mercados internacionales durante los últimos meses, debido a las repercusiones económicas de la pandemia.
Ello, en su opinión, amenaza con multiplicar los robos en el sector agrario, una lacra que solo en 2020 supuso 25 millones de pérdidas para los agricultores y ganaderos valencianos.
El presidente de AVA-ASAJA, Cristóbal Aguado, ha afirmado que «los ladrones arrasan con cosechas que tienen buenos precios, como el aguacate o la algarroba, se llevan puertas de hierro, entran en las casetas de campo, rompen vallas si hace falta, los hay que cuentan con amplios conocimientos en equipos de riego porque manipularlos comporta un elevado riesgo de electrificación».
«Hay socios que me dicen que no van a plantar en una parcela cercana al pueblo sencillamente porque temen que los ladrones se lo lleven todo antes de ir a recolectar», ha añadido.
Según Aguado, «estamos hablando de un problema tan grave como los bajos precios o los daños de fauna salvaje, sobre el que las administraciones están fallando».
«Y en lugar de aportar soluciones, tratan de confundir a la opinión pública diciendo que descienden los robos: lo que bajan son las denuncias porque la mayoría de agricultores entienden que no sirven de nada, pero los robos siguen siendo alarmantes», ha asegurado.
Por ello, ha reclamado una mayor vigilancia tanto en las explotaciones como en los puntos de recepción de las mercancías robadas y, para mejorar esas labores, ha instado a incorporar el uso de las nuevas tecnologías.
Asimismo, ha reiterado un endurecimiento de las penas «para que haya justicia en el campo y la delincuencia rural no continúe saliendo impune». EFE