Mislata recibe 2 millones de euros del plan ARRU para regeneración urbana
El consistorio puso en marcha el programa de actuación Rehabilita y Regenera para defender el acceso a una vivienda digna, con la renovación urbana como instrumento para mejorar la vida en los barrios y mejorar la eficiencia energética de los edificios. Todo, en base a los criterios de crecimiento sostenible fundamentados en la Agenda 2030 de Europa, que vela por la igualdad y la transformación de las ciudades con nuevos criterios sociales.
Hoy, la Conselleria de Vivienda y Arquitectura Bioclimática de la Generalitat ha dado a conocer los municipios beneficiarios del programa ARRUR (Fomento de la Regeneración Urbana y Rural) mediante el que Mislata se convierte en una de las cuatro ciudades con dotación en base a las intervenciones propuestas. En este caso recibirá una financiación de 1.582.807 euros del Gobierno de España, 417.192 euros de la Generalitat, y el propio consistorio aportará otros 367.710 euros para promover un desarrollo eficiente de barrios en línea con los fondos europeos. Así mismo, 270 viviendas particulares aportarán una cuantía al programa para recibir subvención en cuestiones como cambios de carpinterías o rehabilitación de fachadas muy degradadas.
Los edificios privados beneficiarios del programa forman parte de la base de datos del Visor de Espacios Urbanos Sensibles de la Generalitat, y sus comunidades de propietarios ya habían solicitado un informe de evaluación de edificios, algo a lo que están obligados todos los inmuebles de más de 50 años.
El proyecto de Mislata entorno a la regeneración urbana va acompañado de importantes medidas sociales y ambientales de las que los propios vecinos y vecinas tomaron partido en reuniones de participación ciudadana, que sentaron las bases de acción de este ARRU discontinuo, que mejorará el entorno de las calles de dos barrios (El Quint, y Nou con la plaza Ortega y Gasset).
Para el alcalde, Carlos F. Bielsa, “es una excelente noticia porque esta dotación extraordinaria nos va a permitir seguir trabajando en la línea de recuperar espacios públicos, dignificar los barrios y sus viviendas, dotar de ayudas para la rehabilitación de edificios y tejidos urbanos degradados, o que tienen carencias en cuestiones tan importantes como la accesibilidad, el acceso a agua caliente, o la eficiencia energética de las fachadas”.