La CHJ destina cerca de 770.000 euros a actuaciones de restauración del bosque de ribera autóctono en el barranco de Picassent
La Confederación Hidrográfica del Júcar destina cerca de 770.000 euros a actuaciones de restauración del bosque de ribera autóctono en el barranco de Picassent, en el término municipal del mismo nombre. La actuación de restauración, actualmente en marcha, comprende principalmente la erradicación de la caña exótica (Arundo Donax), y la recuperación del bosque de ribera autóctono. Se trata de pequeñas actuaciones, con el objetivo de conservar y mejorar, en lo posible, el estado de nuestros ríos a la vez que minimizar el riesgo de inundaciones.
Las actuaciones se iniciaron en 2018, con un primer tramo de cerca de 1 km y se amplió posteriormente durante el año 2019 con otro tramo, hasta sumar un total de cerca de 3 km lineales y 5 ha de superficie de cauce restaurado.
Este proyecto se enmarca dentro de los acuerdos de colaboración entre la Confederación Hidrográfica del Júcar y el Ayuntamiento de Picassent. La Confederación ejecuta la actuación y el Ayuntamiento se encarga del
mantenimiento.
En estos momentos se encuentra la práctica totalidad de la actuación con las coberturas opacas colocadas, excepto un tramo donde ya se han realizado plantaciones. Durante este otoño está previsto realizar el resto de las
plantaciones en la totalidad de la actuación.
Las plantas autóctonas con destino a dichas plantaciones, tienen su origen en los viveros del Centre d’Investigació i Experimentació Forestal (CIEF), dependiente de la Generalitat Valenciana, con quien la Confederación Hidrográfica del Júcar ha firmado un acuerdo de colaboración para la realización de estos trabajos.
Problemática de la caña invasora
Según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), la caña invasora o Arundo Donax, es una de las más peligrosas y nocivas plantas alóctonas invasoras a escala mundial, por lo que forma parte de la lista de las 100 peores especies biológicas invasoras del Grupo de Especialistas sobre Especies Invasoras (ISSG)
Entre sus impactos negativos sobre el medio natural, podemos destacar:
• Desplazamiento de la vegetación riparia nativa, que provoca un
empobrecimiento del hábitat para la fauna terrestre asociada.
• Disminución de la capacidad de desagüe de ríos y canales al taponar y
reducir los cauces con sus sedimentos.
• Por la gran biomasa que produce, es un factor de riesgo de cara a los
incendios.
• Debido a su intensa transpiración, reduce los recursos hídricos en zonas
áridas donde los humedales escasean.
Por lo tanto, gracias a esta eliminación y su sustitución por los bosques de ribera, se tiene una menor exposición a los incendios forestales y se mejora tanto la calidad del agua como el comportamiento hidrológico de los ríos.
También se consiguen mejoras en la biodiversidad del río de tal forma que se convierten en corredores ecológicos de fauna y flora.
Competencias de las administraciones en relación a la eliminación de la caña invasora
En la demarcación del Júcar, la caña invasora está presente en muchas zonas, principalmente en los cauces de los ríos. La erradicación de ésta es una tarea prioritaria en la Confederación Hidrográfica del Júcar, la cual destina gran cantidad de recursos económicos para su eliminación.
No obstante, los trabajos de eliminación de esta planta invasora es una competencia compartida entre todas las administraciones, y que, debido a la dificultad de su erradicación, exige la colaboración de todas ellas.
Así, cuando la caña está presente en tramos urbanos de cauces, la competencia es de los ayuntamientos, a los cuales la Confederación les autoriza para que procedan a los desbroces selectivos y eliminación de rizoma.
Cuando suponen un riesgo de incendios, las competencias para su eliminación recaen sobre la comunidad autónoma. En este caso, se da también la circunstancia de que el control y eliminación de las especies invasoras también son competencia de la comunidad autónoma.
Y en el caso de que la caña esté suponiendo un empeoramiento del estado del río, siguiendo los criterios de calidad marcados por la Directiva Marco del Agua, es la Confederación Hidrográfica del Júcar quien procede a su eliminación.