Con los pies en el suelo

Vicente Inglada

Secretario de la Unión de Consumidores de la CV

Llega la Navidad y con ella, como uno de sus mejores compañeros, el espíritu consumista que inunda nuestros hogares. Año tras año hay que hacer una llamada a la responsabilidad y al consumo responsable, moderado y sostenible por parte de la ciudadanía para evitar futuros endeudamientos que tarde o temprano acabaremos pagando y que poco a poco lastran nuestras economías familiares afectando en el mejor de los casos a los pequeños ahorros disponibles fruto del esfuerzo de años de trabajo

 

Las personas consumidoras, sin embargo, cada vez somos más conscientes de esta situación e intentamos, digo si intentamos evitar, en la medida de nuestras posibilidades, las compras impulsivas fruto de la presión a las que estamos sometidos.

 

Afortunadamente, cada vez somos más los que pensamos que hay otra manera de consumir, con los pies en el suelo, como me gusta decirlo, con un espíritu crítico y reflexivo. Hablamos y valoramos otros conceptos como comercio de proximidad, productos de temporada, compra ética y responsable, compra con valores, unas compras que como decíamos antes son fruto de un proceso reflexivo que incluso conlleva la ansiada modificación de hábitos. 

 

Además, en época de crisis y de subida de precios, las personas consumidoras deberíamos de aplicar los principios básicos que recomendamos desde las asociaciones de consumidores, la planificación de nuestras compras y la comparación de precios como herramientas para conseguir los mejores precios de todo aquello que podamos adquirir de la máxima calidad posible y que nos permita evitar endeudarnos.

 

En este momento existen dos principales problemas que afectan a las economías familiares son la fuerte subida de determinados productos de la cesta de la compra, con la constante percepción diaria de que todo está más caro aunque, a veces, esto no es siempre así, y el otro problema es la subida del pago de las hipotecas variables que ha generado un fuerte endeudamiento en una gran parte de las familias valencianas.

 

Por ello, en esta época de gasto y de consumo pocas veces moderado es del todo aconsejable realizar una llamada de serenidad y de control del gasto familiar para no vivir por encima de nuestras posibilidades y evitar endeudamientos innecesarios que luego tengamos que pagar.

 

Por último, una vez más, este periodo festivo, nos tiene que hacer reflexionar sobre la posibilidad de modificar nuestros hábitos y realizar un consumo más responsable y más sostenible aplicando   una serie de valores en todas nuestras compras, respetando nuestro entorno social y medioambiental con el objetivo de generar una transformación que contribuyan al cuidado de nuestro planeta y a la mejora de la calidad de vida de toda la ciudadanía.

 

Buenas fiestas a todos y a todas, y siempre con los pies en el suelo.