«El cooperativismo es una herramienta de democratización de la sociedad»

El secretario autonómico de Inclusión y de la Agencia Valenciana de la Igualdad, Alberto Ibáñez, ha asegurado que el cooperativismo es «una herramienta de democratización de la sociedad» y que desde las administraciones públicas «tenemos la obligación de asegurarnos que nadie se quede atrás». Por eso considera necesario generar diferentes políticas públicas que garanticen «un nuevo ecosistema donde la cooperativa tenga mayor facilidad para trabajar», y especialmente, que «dé oportunidad a las personas más vulnerables».

Ibáñez así lo ha indicado durante su intervención en la jornada conmemorativa del Día Mundial del Cooperativismo de 2017 celebrada en Castellón y organizada por la Confederació de Cooperatives de la Comunitat Valenciana, que este año gira en torno a la inclusión, coincidiendo con el lema escogido por la Alianza Cooperativa Internacional para celebrar la efemérides ‘Las cooperativas aseguran que nadie se queda atrás».

Entre otras medidas que a su juicio deben asumir las administraciones públicas ha citado las cláusulas sociales de responsabilidad corporativa que aseguren «una contratación ética por parte de la administración». Pero, más allá de medidas económicas, para Ibáñez, es necesario «un cambio en las prioridades socialmente aceptadas».

En su intervención, el secretario autonómico ha indicado que la cooperativa puede ser una herramienta de «intervención y desarrollo comunitario», y en el caso de las cooperativas vinculadas a la acción social, «un valor añadido» por ser un espacio de «socialización para muchas personas, especialmente aquellas con diferentes vulnerabilidades añadidas».

Al respecto, Alberto Ibáñez ha reflexionado sobre la cooperativa como un elemento clave para democratizar las relaciones laborales, de consumo y también sociales. Un replanteamiento donde los trabajadores han de asumir los deberes de participación y la dirección perder la responsabilidad de decidir por todos para ganar colectivamente más fuerza y arraigo.

Asimismo, ha señalado como reto del siglo XXI, «un cambio de paradigma que abandone el trabajocentrismo para centrarse en el desarrollo personal», y a precisado, » ver el trabajo como una fuente de ingresos más pero no la principal ni la única para mucha gente».

Para el secretario autonómico de Igualdad, el cooperativismo es una opción, una utopía posible a los diferentes retos que se plantea tanto la sociedad como la organización de la empresa, que busca dar respuesta a la tensión entre la eficiencia y la ética, la proximidad y la competitividad, en el marco de las nuevas relaciones personales, es decir, políticas laborales donde todos y todas podamos tener un papel protagonista.

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