Quart de Poblet inicia las obras de restauración de la Cisterna Medieval y de remodelación de la Plaza de la Iglesia
El Ayuntamiento de Quart de Poblet ha empezado las obras de restauración de la Cisterna Medieval y de remodelación de la Plaza de la Iglesia haciéndola 100% accesible. Con esta intervención, toda la plaza estará al mismo nivel. Estas obras, que tienen una duración de un año, son una de las más importantes de la legislatura y suponen una inversión de 761.000 euros.
La Plaza de la Iglesia es uno de los lugares más emblemáticos y punto de encuentro y celebraciones. El proyecto contempla crear una plataforma única sin desniveles ni barreras arquitectónicas y eliminar el espacio elevado. Además, se sustituirá el pavimento actual por otro que incluya los colores de las construcciones derribadas en el siglo XX que ocupaban esta zona. Por último, se aumentará el arbolado, que pasará de tener dos ejemplares a doce, para mejorar el entorno visual urbano y hacerla más sostenible.
La Cisterna, que está considerada Bien de Relevancia Cultural, será centro de interpretación y museístico, recreando su uso con una lámina de agua y elementos audiovisuales que contextualizan su función dentro de los espacios hidráulicos del municipio. Para respetar sus características originales, se ha optado por una intervención no invasiva basada en estudios arqueológicos. La instalación contará con una pasarela desde la que se podrá contemplar la lámina y tres proyectores LED ayudarán a entender la función e historia de este espacio a través de la reproducción de imágenes, textos y vídeos sobre las paredes. Toda la información estará disponible en braille para las personas con discapacidad visual y, a través de un QR se podrá acceder a una información más exhaustiva de la Cisterna.
Con este proyecto también se pretende dar respuesta a los interrogantes que existen sobre la datación de este inmueble y sus distintas fases constructivas ya que no existe quórum sobre su origen, que se podría determinar entre el siglo XI o el XIV.
De este modo, el público tendrá una idea más precisa de la historia de la Cisterna y transportarse al pasado a través de la iluminación, la proyección de las luces reflejadas en la superficie del agua o el sonido de ésta cayendo a la cisterna.
Debido a la importancia patrimonial de esta iniciativa, el consistorio ha solicitado que la misma sea incluida en la línea de ayudas procedentes del Plan de Resiliencia de los fondos Next Generation.
La Cisterna se encuentra en el corazón del casco urbano y goza de gran popularidad en el municipio. Se trata de un depósito subterráneo de aguas, que se llenaba una vez al año mediante el aporte de agua del Turia proporcionado por un brazal derivado de la Acequia de Quart. El objetivo de este depósito era abastecer a los vecinos y vecinas de Quart de Poblet y tardaba en llenarse entre 8 y 10 horas. El agua aquí recogida era destinada al uso y abastecimiento comunitario del vecindario.
Aunque popularmente se le conoce como Cisterna Árabe, nada asegura que su fundación se diera durante el periodo andalusí. Las últimas catas arqueológicas realizadas en 2018 y 2020 han intentado lanzar luz sobre la cronología de la Cisterna aunque la principal dificultad se encuentra en la ausencia de documentación de archivo que acredite cualquier hipótesis. Los arqueólogos la sitúan en un momento entre los siglos XV-XVI, próxima a otras referencias que sitúan la construcción entre los siglos XIII-XIV. Además, las reformas y reparaciones que necesitó a lo largo de los siglos no ayudan en la investigación.
Este BIC tiene dos partes diferenciadas: el espacio para el almacenamiento del agua, y una escalera para acceder a éste.En 1981, después de décadas en desuso al entrar en funcionamiento la red de agua potable, el Ayuntamiento adquiere esta Cisterna y la habilita como espacio para actividades culturales. La Cisterna se declaró en 1981Monumento Histórico-Artístico, que hoy en día se conoce como Bien de Interés Cultural (BIC), la máxima figura de protección dentro de la normativa de nuestro país.