Campos abandonados en el término municipal de Catarroja (T. L.).

Banco de tierras, agricultura ecológica y productos km 0, claves para recuperar la huerta

La comarca de L’Horta debe volver a hacer honor a su nombre y, para ello, ha de recuperar su valor agrícola, muy degradado en las últimas décadas, como se puede comprobar sólo paseando por sus zonas rurales y observando los campos abandonados que proliferan por doquier. Es una necesidad acuciante de carácter ambiental, social y cultural, pero, sobre todo, económico. Por ello, el Diagnóstico Territorial para el Fomento del Empleo, encargado por la Mancomunitat Intermunicipal de l’Horta Sud, no podía dejar de plantear este decisivo reto para la comarca.

En este sentido, dentro de las propuestas del informe, se incluye una estrategia para revitalizar el sector y facilitar su “transición hacia una agricultura sostenible”. Esta línea de actuación contempla, en concreto, la creación de un banco de tierras comarcal, el fomento de la agricultura ecológica y el incremento de la comercialización de los productos de km 0 o de proximidad, como claves para la recuperación de la huerta.

Además, se propone la creación de marcas y denominaciones de origen, encaminadas a un “mercado saludable”, así como la concesión de ayudas y formación a pequeños agricultores para la recuperación de los campos abandonados y la aplicación de “programas de educación ambiental vinculados a las actividades agrarias sostenibles”.

En el estudio se considera, por otro lado, que la mejora de la economía y el empleo en l’Horta Sud pasa no sólo por “la reindustrialización, el fortalecimiento de las infraestructuras tecnológicas y logísticas y el aprovechamiento de las potencialidades turísticas, sino también por “reforzar la industria agroalimentaria -calificada como sector emergente- y actualizar el sector primario”.

También se tiene en cuenta la cuestión ambiental, al señalar que “los valores ecológicos de la huerta, por su capacidad de absorción de CO2, que empiezan a tener su base científica, podrían convertirse en punta de lanza para nuevos desarrollos económicos”.

Plan y Ley de L’Horta

Por otra parte, en el informe se recuerda el perjuicio que ha supuesto para la agricultura en L’Horta “la presión urbanística e industrial sobre el suelo rústico, aparentemente sin ningún tipo de ordenación, modificando los usos del suelo, que han pasado de un uso agrícola a un uso industrial o urbano, convirtiendo este espacio en un territorio de alta densidad poblacional, donde prima el uso abusivo del medio de transporte individual”.

Es en este aspecto conflictivo de la comarca en el que inciden y cobran relevancia el Plan de Acción Territorial de Ordenación y Dinamización de L’Horta de València (PAT), sometido nuevamente hace poco a consultas, participación e información pública por parte de la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, y la Ley de L’Horta, presentada recientemente en Les Corts.

Con la aplicación del Plan de L’Horta se prevé precisamente recuperar más de 240 hectáreas de huerta degradada que ahora es improductiva. Para facilitar este proceso, se han incorporado las figuras del Sector de Recuperación de la Huerta y el Enclave de Recuperación de la Huerta, que permiten “regenerar espacios degradados con pequeños crecimientos para mejorar la integración de l’Horta con la ciudad o bien rehabilitaciones de edificaciones en mal estado”, según Lluís Ferrando, director general de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje.

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